Si nos proponen circo, cabaret o amor... responderíamos ¿sí, y qué?.
Pero si a el lo le añadimos una nota de humor, de interactuación con el públ ico y el
rescate del amor romántico, sea cuál sea la esencia del personaje; nos dan un
resultado nuevo, entretenido, trasladado a las circunstancias sociales, fresco,
musicalmente trazado y con personajes tan reales o irreales como la vida misma. Una
trama circense, donde el espectador podrá disfrutar de música en directo, de un
espectáculo circense y cabaretero que harán las delicias de grandes y pequeños; pero
también podrá experimentar las real idades de este elenco tan singular, de su vida
real, y que tienen algo en común: son fieles a su ideal romántico, con sus pros y
contras, pero hasta el final.

Partiendo de una primera parte en la que, con la mediación de un
maestro ceremonias, cada personaje tendrá la oportunidad de mostrar su disparatada
visión de las cosas, la obra irá derivando en una función de este particular circo en
el que la trama sentimental de los protagonistas se irá intercalando sin perder nunca
de vista la vocación de su trabajo: sorprender, divertir y que no pare el espectáculo.

¿Qué más puede pedir un ser humano para sonreír?